Así ha sido, he vencido. El ganar una batalla no asegura la victoria final en la guerra, pero si asegura un éxtasis de alegría sin control.
Recorro feliz el camino marcado, al fin, por mi criterio, por mi y mis ganas de no sufrir.
Sienta tan bien recoger los frutos de meses de trabajo que me voy a dar el placer de no dejar de sonreir hasta mañana, quizá hasta pasado, ya veremos.