Me han hablado de reformar, de destruir para poder ver otras posibilidades, más limpias, bonitas, arriesgadas, pero más pulcras y claras.
Me siento sin fuerzas y sin ganas, rozando una apatía en blanco y negro, pero nunca me he rendido por estas nimiedades, no va a ser ahora cuando lo haga.
Menuda aventura se avecina, toca ponerse de gala.