26/5/25

Balanceando

En este año de cambio de armario, siempre hemos mantenido una constante entre una nube colosal de variables. Un abrazo por mañana y un beso nocturno, furtivo en muchas ocasiones.

Sin esa constante todo se viene abajo y pierde el sentido, y si perdemos eso, lo perdemos todo.

La mayoría de edad nos ha traído clarividencia, a veces por necesidad pura y dura, aunque todo estaba muy claro desde hace mucho, solo que nos ha hecho falta acostarnos en el fondo para que nuestro sistema de referencia se recalibrara.

Te necesito como la mayor de todas las constantes, quiero que te quieras quedar en mi ecuación balanceada, que quieras seguir marcando un camino común, que quieras seguir queriendo dar pasos de mi mano, de acompañarme a donde me lleve esta locura de cambios cuerdos, y sanos.

Enpezamos el 19 con mi incertidumbre profesional, continuamos con nuestra certeza en lo importante. Nuestro camino sigue siendo uno, y ni siquiera sabe que puede ser dos.