14/11/11

31

Voy a disfrutar mi invierno número 31, es lo que tiene nacer en Noviembre, a partir de hoy ya supero la treintena, y la sensación es extraña, como casi todo lo que me ha y está sucediendo este año.

El 2011 empezó de forma inmejorable, con una oferta de trabajo de esas que te hacen pensar que estás soñando y que no puede ser que todo sea tan perfecto, y por supuesto, no lo fue, porque tras un curso y un mes trabajando en el que la sensación de alegría desbordada se queda corta, bajé a mi mundo y el cuento se acabó de forma estrepitosa.

El paro me acompañó hasta Agosto, hasta que los seguros se cruzaron en mi vida, y en octubre, un banco me hizo ver que servía para algo más que para sentarse sobre él.

Las anginas y mi antiguo coche me molestaron en octubre, por lo que decidí desprenderme de él, y de ellas, aún me duelen ambas cosas, y muchísimo.

Un nuevo vehículo se encarga ahora de mi movilidad, huele a nuevo y no es tan grande como cuando pensaba en él, pero es mi nuevo compañero.

Noviembre está siendo un mes muy doloroso, pero como todo en esta vida, la cosa se está suavizando y casi ya no tengo que recurrir a los calmantes, aunque sin ellos todo sería distinto.

En este año he pasado de parado a pluriempleado en un plis plas, nada que ver con mi trayectoria laboral y estudiantil anterior, pero trabajando estoy, por lo que no debo ni quiero quejarme, ya está bien de tanta queja.

Mi corazón sigue bien arropado, y quiero pensar que también sé cómo arropar y dar calor a quien me dibuja una sonrisa en mi cara cada vez que se cruza por mi mente, por lo que sólo con este párrafo me siento muy afortunado, esto compensa con creces todo el caos que llevo en la mochila.

Solo me atrevo a pedir una cosa: salud, porque al no gustarme ser recurrente, no apuntaré el dinero a esta lista, que eso ya lo hago muy a menudo.

Feliz feliz en mi día.



S.B.Navarro

No hay comentarios: